Reflexiones sobre Sueños Limitadores
De vez en cuando me da por pensar. Y traigo a memoria algunos sueños que se repitieron en varias ocasiones. En uno de ellos me perseguían y yo corría para huir. Mis pies se movían, era como si corriese pero no conseguía desplazarme. El que me perseguí también corría… ¡pero nunca me alcanzaba! No conseguí huir, pero el que me seguía nunca llegaba a cogerme. Estaba como paralizado, no tenía consciencia de que no me cogería, por eso seguía corriendo, cansándome, esforzándome.
Al despertar una extraña sensación de apoderaba de mí y una palabra acudía a mi mente: miedo.El miedo paraliza, enlentece, nos impide avanzar. Durante el sueño no era consciente de que no me alcanzaban. Mis músculos se tensaban, la adrenalina se disparaba a los niveles más altos, el ritmo cardíaco acelerado, los pulmones parecieran salirse de entre los espacios intercostales, mi mente bloqueada.
¡Cuántas veces permitimos, a veces consciente, otras inconscientes, que el temor se apodere de nosotros impidiéndonos avanzar, pensar o actuar. Muchos de nuestros miedos son infundados, no son reales. Están en nuestra mente, los alimentamos y toman fuerza. Pensamientos tales como: “y si ocurre..”, “y si no sale bien…”, y si él cree que..”, “para qué si ya no hay nada que hacer…” Quisiera acabar con una frase: “El miedo es un cobarde, si te enfrentas a él huye”
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