La llegada del buen tiempo influye en nuestro organismo modificando las betaendorfinas

Para liberar se precisa consumo de energía. La primavera también.
El buen tiempo parece haber llegado. Las temperaturas se elevan y el sol empieza a mostrar su poderío. El cambio está ahí. Pero no solamente se producen transformaciones en la naturaleza sino también en nuestro cuerpo. Nuestro organismo no ignora las modificaciones que se producen en nuestro medio ambiente. Es influenciado por los cambios climatológicos: frío-calor, humedad-sequedad, etc…
¿Qué es síntomas produce los cambios en esta época del año y cuál es su mecanismo?
Profundo cansancio, agotamiento, decaimiento y falta de energía para la actividad habitual son signos característicos de la astenia primaveral. Según las investigaciones una de cada diez personas sufre en mayor o menor medida de astenia primaveral. En esta época el año (abril, mayo, junio) se produce una disminución de las betaendorfinas en el plasma. Son unas sustancias que regulan el sistema bienestar-malestar y que al alterarse nos pueden producir las sensaciones descritas. Podríamos clasificar la astenia primaveral en dos tipos: de origen físico y de origen nervioso. La astenia física se mostraría como cansancio y debilidad corporal y la de origen nervioso aparecería un especial cansancio a la hora de hacer una actividad mental. Frecuentemente aparecen juntas, teniendo en cuenta que una puede conducir a la otra. Otros síntomas asociados a la astenia primaveral: tristeza inexplicable, irritabilidad, falta de apetito, cierta pérdida de memoria, tensión arterial baja, tono vital bajo, ausencia de interés sexual, dolor de cabeza y malestar general, debilidad muscular para hacer cualquier esfuerzo, cansancio.
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Pautas que van a ayudar a prevenir o mejorar los síntomas.
Tomar complementos nutricionales. Jalea real por sus efectos estimulantes y tonificantes. Polen por sus propiedades energéticas y vigoriantes. Levadura de cerveza por ser rica en vitaminas del grupo B, también llamadas vitaminas del ánimo. Oligoelementos como el cobre, hierro y manganeso. Plantas medicinales tales como el guaraná, ginseng, eleuterococo, jengibre.
Dormir el tiempo necesario, practicar técnicas de relajación, hacer ejercicio moderado.
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