Un buen programa retrasa el proceso de la osteoporosis y mejora el estado general de la persona mayor
Cuando acude al gimnasio una persona mayor con problemas de osteoporosis, frecuentemente mujer, se plantea un pequeño dilema: lo más conveniente es lo que menos gusta al cliente y conlleva cierto riesgo para el monitor, que debemos asumir si de verdad nos implicamos en procurarle el máximo beneficio.
Siempre dependiendo del grado evolutivo, ya que en la osteoporosis es mas exitoso y eficaz prevenirlo que curarlo o reducirlo, lo primero que tomaremos en consideración es, una nutrición equilibrada con abundancia de calcio y luego un buen plan de ejercicio físico con una rutina de fuerza con resistencias y disminuir el café, tabaco, alcohol y sedentarismo.
El cuerpo que está casi siempre en reposo, se acostumbra a funcionar gastando los mínimos básales , así a menos músculo, menos ejercicio, dejando los sistemas cárdio-respiratorio, circulatorio, metabólico, óseo y muscular reducidos a la mínima expresión y solo se abastecen las necesidades vitales.
Hay que tener en cuenta que el metabolismo del tejido óseo , incluyendo la asimilación de minerales, es estimulado en gran parte por las tracciones importantes que experimenta, o sea, el hueso por falta de movimiento pierde densidad mineral y calcio, dando lugar a una fase preliminar a la osteoporosis llamada osteopenia.
Está demostrado, que el entrenamiento físico con intensidad moderada, tres o cuatro veces a la semana de forma continuada, provoca ganancia ósea, beneficio equivalente a la importancia de la carga, o por lo menos frena la perdida si la actividad es suave. Los más indicados son los ejercicios de fuerza, a ser posible con máquinas, pues se pueden regular y controlar mejor, aunque también se puede emplear el propio cuerpo o pesos libres.
Los beneficios del ejercicio afectan localmente, o sea sobre los huesos implicados en el trabajo y tener muy presente que cuanto mas carga se levanta al año, más beneficio óseo.
Se deben realizar unas tres series de seis a doce repeticiones con el 80% del máximo peso levantado. Trabajar como mínimo tres o cuatro días ,las rutinas lo más completas posible, procurando dos o tres ejercicios por cada grupo muscular grande, con mayor incidencia en los ejercicios de piernas, cadera y columna baja.
Sé que lo dicho rompe un poco con la prescripción generalizada de aconsejar actividad física suave que se suele aplicar a la gente mayor y que esta recibe con más agrado, pero según los últimos estudios realizados sobre el tema, está demostrado que es más conveniente un tipo de ejercicio controladamente más agresivo, y pensar que la natación y el andar , aunque beneficien muchas otras cosas, tienen muy poca incidencia en ganar o evitar perdida ósea
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